Sinopsis
Josefina y Antonio son una pareja de recién casados que espera a su primogénito. Ambos jóvenes han logrado mantener un frágil equilibrio económico después de contraer matrimonio. Entre lo que gana Antonio como letrado y el salario de Josefina como médico en el hospital consiguen sobrevivir y fantasear con algún capricho. La situación pasa a ser peliaguda cuando Josefina da a luz a un "niño que se lo come todo, incluso la comida". Entonces, la joven esposa comienza a impartirle clases de enseñanza superior al bebé para ahorrar dinero en escuelas, adelantándose así al desastre económico familiar. Mientras tanto, Antonio busca una solución entre los golfos y la mafia de la ciudad, obteniendo así, casos en los que ejercer como abogado defensor. De hecho, un año después, Antonio trata de encontrar trabajo por Madrid realizando todo tipo de empleos como extra de cine, fotógrafo o profesor mientras espera su oportunidad como jurista.
Sin embargo, descubre a un vulgar ladrón que conoce muy bien el ordenamiento jurídico, como puede apreciarse cuando este le dice al protagonista: “este trabajo es un infierno, todo el día corriendo y cuando tienes un minuto de descanso, hay que estudiar el Código Penal”, lo que Antonio considera su oportunidad para dedicarse a “lo suyo”. No obstante, la esposa de Antonio duda de la fidelidad de su marido, pues sospecha que le engaña con otra mujer. Entonces, Josefina acude a la hipnosis para sonsacarle la verdad. Al hipnotizarlo, Antonio habla de una mujer. En ese momento, Josefina, muy celosa, abandona su hogar y a su familia y deja a su esposo Antonio bajo los efectos del hipnotismo, por ende, este es incapaz de no decir la verdad continuamente.
Argumento
A Antonio Redondo, el protagonista interpretado por el director de la película, no le queda más remedio que ganar sus primeras 500 pesetas como letrado defendiendo a un ladrón. El empleo como abogado debe compaginarlo siendo oficinista durante las mañanas, ya que su familia está a punto de crecer. Su esposa, Josefina, está embarazada y anda muy preocupada por cómo van a educar a su primogénito, al que intenta enseñar, cuando este aún está en el vientre materno, lecciones sobre matemáticas y cultura.
Después de unas cuantas falsas alarmas, nace su hijo. Esto provoca que Antonio no pueda estudiar sus oposiciones para letrado, ni descansar de sus muchos empleos como apuntador, presentador, fotógrafo, profesor o extra de cine, pues la casa está siempre llena de visitas. En ese momento, el señor Piñeiro le ofrece una gran oportunidad: hacerse cargo de los casos criminales del bufete de este.
Entonces, empiezan a contactar con el protagonista delincuentes que requieren de sus servicios legales con el fin de minimizar la pena en el caso de que les atrape la policía. Antonio, incluso, acude con ellos a la finca que tienen pensado allanar. Cuál es su sorpresa cuando se da cuenta de que se trata de la casa de su vecina anterior, Carmen. Esta se apiada de ellos y decide donar a los ladrones algunos enseres sin que lleguen a asaltar su hogar. Más tarde, Antonio debe defender al "Agujetas", familiar de los ladronzuelos, quien parece ser que conoce mejor las leyes que el protagonista. Gracias a la autodefensa que este personaje se realiza, consigue salir ileso y sin cargos decidiendo no volver a robar nunca más, pues cree que es un oficio muy esclavo.
Tras el éxito en el caso del “Agujetas”, este cabeza de familia comienza a recibir muchos otros casos. Con el dinero que gana, hace de su vivienda un espacio más diáfano, se monta un despacho de abogado y su esposa decide establecer una oficina a modo de consultorio sobre educación pre infantil y psicotecnia. Así pues, en la misma sala de espera, empiezan a mezclarse los cleptómanos clientes de Antonio y las distinguidas alumnas de Josefina además de los albañiles que continúan obrando la ampliación del apartamento. De repente, detienen a Ceferino, el "Agujetas", aunque él se encontraba ya rehabilitado y dedicado a los negocios. Le acusan de fuga de divisas siendo el culpable su socio Llobet. El alegato que prepara el protagonista requiere salir del alboroto que hay siempre en su hogar, por lo que se muda temporalmente a casa de Carmen. Ante esto, Josefina sufre un ataque de celos, por lo que decide hipnotizar a Antonio para saber la verdad del asunto.
Aún bajo los efectos del hipnotismo, que le empuja a contar “la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad”, le hace saber a su vecina Carmen que lo que más le gusta de ella es el silencio y la tranquilidad de su casa. Después de esta confesión, Antonio arma diversos entuertos en el mercado, puesto que es incapaz de mentir y en el mercado confiesa a vendedores y compradores los engaños de los que están siendo víctimas.
El jefe del protagonista, Piñeiro, con la ayuda de Josefina, intenta frenar el desastre que se avecina, ya que ello puede afectar en el juicio en defensa del “Agujetas”. Mientras tanto, los clientes del bufete huyen despavoridos por lo que Antonio va diciendo de ellos. Una vez en el juicio, parece que Ceferino ingresará en prisión, sin embargo, el influjo de la hipnosis desaparece y empieza a manejarse como un gran abogado. Antonio defiende de forma muy inteligente al "Agujetas", por lo que obtiene la enhorabuena de todo el mundo menos de su esposa que sale del palacio de justicia en medio del llanto. Finalmente, Antonio sale en su búsqueda y, al hallarla enfrente del escaparate de una tienda, le pide disculpas. La mañana de después, su nombre aparece en los diarios, no obstante, no por sus hazañas como letrado, sino que descubre que ha sido acusado de difamación por catorce personas.
Producción
Fernando Fernán-Gómez ya tenía claro que iba a realizar una segunda parte de La vida por delante mientras escribía su guion, pues deseaba conocer cómo acabarían los personajes que estaba creando.
El director y actor de ambos filmes supo aprovechar el gran éxito de la primera película para poder continuar con la segunda parte. Todo gracias al productor José Gutiérrez Maesso que le ofreció a Fernán-Gómez, cuando La vida por delante a penas llevaba tres semanas en cartelera, la oportunidad de filmar La vida alrededor con la productora Tecisa. Esta empresa cinematográfica aconsejó ciertas renovaciones y mejorías para el guion respecto a la predecesora, por lo que al equipo de guionistas de la primera parte, compuesto por el director y por Manuel Pilares, se unió un nuevo guionista: Florentino Soria. El acuerdo al que llegaron fue reflejar los mismos conflictos, pero de forma más punzante.
Curiosidades de la película
Ambos actores protagonistas, Fernando Fernán-Gómez y Analía Gadé eran pareja cuando interpretaron a los protagonistas de esta película y de su precedente. Una pareja de jóvenes casados llamados Antonio y Josefina.7 Además, la madre del protagonista en la vida real, Carola Fernán-Gómez, aparece en la cinta, también, como madre de Antonio, el personaje principal.
Lanzamiento y recepción
La vida alrededor fue estrenada el 8 de octubre de 1959 y se clasificó como adecuada para todos los públicos La distribuidora que se encargó de esta película fue Mercurio Films S.A. La recaudación ascendió al equivalente de 216,49€. Los espectadores que acudieron al estreno fueron 144. Aunque esta era su intención, Fernando Fernán-Gómez no pudo superarse a sí mismo y no consiguió desbancar a La vida por delante con esta nueva cinta. Tanto en cuestión de recaudación, como por el aplauso de la crítica, La vida alrededor no pudo igualar a su predecesora.
En 2016, Luis E. Parés, el historiador cinematográfico de RTVE, calificó a ambas películas como "uno de los mejores dípticos del cine de comedia español".
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