Al pueblo de Villalvilla llegan siete muchachas en los camiones de la Cátedra ambulante para efectuar trabajos de tipo social y sanitario: talleres formativos, alfabetización, inculcar valores, vacunar, etc. Su llegada supondrá una pequeña revolución en ese entorno rural, levantando simpatías y suspicacias entre los habitantes. Durante su estancia, las jóvenes de la Sección Femenina descubren que los vecinos padecen unas fiebres endémicas, cuyo origen parece estar relacionado con los intereses del cacique del pueblo, que además es el alcalde.